Son nativos digitales, usan las nuevas tecnologías, comunican y se informan mediante las redes sociales. Sin embargo, también saben desconectarse de la vorágine de internet para conectarse con su entorno real y comprometerse a favor de la sostenibilidad y la inclusión social. En efecto, la juventud sabe involucrarse en proyectos a favor del desarrollo social y la lucha contra la pobreza como lo muestra el programa Conectando Futuros del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Perú lanzado en 2018. Además en España hoy, jóvenes empresarios preocupados por la protección del medio ambiente crean marcas de prendas sostenibles para las nuevas generaciones.

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Hoy en día los jóvenes se involucran cada vez más en proyectos intergeneracionales, ya sea para rendir homenaje a los ancianos que eran sus referentes, interactuar desde la infancia con los mayores, o emprender con ellos valiéndose de sus competencias y experiencia para desarrollar proyectos sociales. Y es que la convivencia intergeneracional conlleva muchos beneficios como el de crear lazos con gente que antes podía sentirse sola, concientizar a los niños, fomentar la atención y el cariño mutuo, y al fin y al cabo crear una sociedad más solidaria. Así que los jóvenes se enfrentan ahora al reto de promover la solidaridad entre generaciones.

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