En los años 1950, el Dr Aguirre Beltran, médico y
antropólogo mexicano, trata de definir cómo funcionan las
dinámicas culturales de las familias indígenas en México.
La familia indígena es la unidad funcional que, por
la división del trabajo, la cooperación económica y la
mutua dependencia, por el intercambio de afectos y
lealtades1, obligaciones y derechos, y por la participación ritual en creencias y prácticas mágico-religiosas,
liga a un grupo menor de personas en un sistema de
seguridad estable y coherente. […]
El padre es el sacerdote2
de la familia. Él es el
encargado de dirigir la multiplicidad de ritos mágico-religiosos necesarios para lograr la prosperidad
familiar. Él dirige las ceremonias destinadas a la
obtención de un buen tiempo para las cosechas, lluvia
oportuna, sol […].
El alto valor del trabajo de la mujer nos permite
comprender un rasgo distintivo de la familia indígena,
a saber: la independencia económica de los miembros
que la integran. […]
Para lograr la continuidad de la estructura social
arriba descrita, la familia indígena utiliza los instrumentos que le suministra3
la educación. Característica
básica del proceso educativo es la ausencia de educación
formal. En las comunidades indígenas la educación
está, casi en su totalidad, a cargo de la familia, y la
persona que tiene mayor intervención en este proceso
es la madre.
El acondicionamiento del niño comienza desde que
nace. Podría decirse que aun antes del nacimiento, si
tomamos en consideración la serie de ritos e interdicciones de carácter eminentemente mágico que los
padres están obligados a realizar.
1. loyautés
2. prêtre
3. suministrar = dar