Nunca la moda y el arte tuvieron una relación tan fructífera. La
diseñadora Elsa Schiaparelli y el artista Salvador Dalí hicieron de
su amistad una rica fuente de creatividad […].
Ella siguió los pasos de Paul Poiret* y se codeó con Jean Cocteau*
(con el que hizo el abrigo de noche de mujer con bordados en la
espalda), Meret Oppenheim*, Man Ray*, Alberto Giacometti* y
especialmente Salvador Dalí. De ellos aprendió a crear con total
libertad y se convirtió en la aguja más relevante del periodo entre
guerras tanto por su estética arty como por su estilo rompedor y
vanguardista. […]
El dadaísmo y el surrealismo marcaron su trabajo y muchas de sus
prendas siguen asombrando hoy por su fuerza y su potente carga
estética. […] Dalí […] diseñó el sombrero con forma de zapato
invertido para la Schiaparelli. Es una de las pocas colaboraciones
con Dalí que fueron documentadas. Las otras son tres vestidos:
el vestido langosta, el vestido de lágrimas y el vestido esqueleto.
El diseño de la langosta es el más famoso. Se hizo en 1937 y Elsa
encargó a Dalí que hiciera el dibujo porque le había gustado
mucho el teléfono langosta que el español hizo un año antes.
* Poiret, diseñador de moda francés. Los demás son artistas emblemáticos
del siglo XX, vinculados al cine, la literatura y/o las artes plásticas.