España fue el primer país en Europa en desarrollar
la cohabitación intergeneracional. El primer programa
surgió hace más de 25 años. Desgraciadamente, se ha
ido desarrollando muy lentamente. Según la información recopilada en 2020, apenas 20 ciudades en
España tienen programas desarrollados.
Este concepto se define como un conjunto de viviendas susceptibles de acoger a varias generaciones. Las
familias, los estudiantes y las personas mayores comparten espacios comunes para crear un vínculo social
y de interacción entre los residentes. […]
En España, las viviendas intergeneracionales se
definen más por el acercamiento de las personas
mayores y de jóvenes menores de 35 años. Sin embargo,
están surgiendo programas sociales donde personas
mayores y familias, jóvenes o estudiantes conviven bajo
el mismo techo.
Este concepto soluciona muchos de los problemas
que tienen ambas partes en un momento concreto de
sus vidas. Son muchas las personas mayores que, por
circunstancias de la vida, se quedan solas en casa y,
con el paso del tiempo, la soledad empieza a invadir sus vidas. Son personas mayores independientes y así quieren seguir, pero les apetece contar con la compañía de otra persona con quien compartir una conversación,
experiencias vitales, aficiones y diferentes momentos
del día a día.
Por otra parte, y debido a la coyuntura actual, los
jóvenes de hoy en día tienen problemas para independizarse o, en muchas ocasiones, la carrera que han
elegido implica que tengan que irse de casa. En esos
casos, para muchas familias es difícil afrontar el coste
de un alojamiento.
En respuesta a estas situaciones, varias comunidades
pusieron en marcha diferentes programas para desarrollar un espíritu solidario y fomentar la creación de
redes de apoyo intergeneracionales e interculturales.
De este modo, también consiguen que los jóvenes
sigan formándose en los valores morales. Además,
aprenden que todos podemos aportar nuestro granito
de arena en esta sociedad para que la vida sea mucho
más fácil para todos.