De padres y abuelos agricultores, Soledad Secca
Noa nació 26 años atrás, en una comunidad de
aborígenes quechuas, a media hora de Cusco, en
Perú. Ese es su nacimiento oficial. Sin embargo, su
segundo nacimiento, 22 años más tarde – en 2020,
para ser exactos – fue el que la hizo conocida en toda
la región.
Ese día hizo su debut triunfal en las redes, donde
en poco tiempo se convertiría en una de las influencers aborígenes más reconocidas de Sudamérica. [...]
Creó su propia página web, su canal en Youtube
y una cuenta de Instagram. Cuando quiso darse
cuenta, los videos de su familia cosechando papas o
de su tía preparando una sopa tradicional se habían
vuelto virales.
Y así, un canal de televisión de Cusco, en Perú le
hizo su primera entrevista: había nacido una estrella.
En tiempos donde los influencers sólo se ocupan
de vender productos y ya sponsorean a las grandes
marcas, Solischa se transformó en la voz de su pueblo. Una referente que, desde las redes y con un estilo
juvenil y didáctico, mostraba recetas ancestrales,
conocimiento antiguo de la tierra y la cosecha y rescataba a la lengua quechua del olvido.