¿Por qué siempre que nos hablan de historia nos
cuentan sobre mujeres y hombres «importantes»?
¿Importantes como las princesas tan bien vestiditas
que no pueden salir a jugar y ensuciarse?
¿O importantes como los superhéroes y sus super
poderes que nos quedan taaan lejos? Algo así, pero
no : cuando acá decimos «importantes», estamos
hablando de quienes se ensuciaron para crecer y
divertirse, de quienes no se quedaron esperando
y de quienes también usaron super poderes, pero
otros: animarse a algo más, tratar de entender el
mundo de otra manera, saltar obstáculos y dejar
una otra que está más allá de cualquier tiempo. Así,
empezamos para contar historias que merecen ser
contadas.
¿Por qué nos gusta tanto Frida y todo su arte
colorido? ¿De dónde le salen tantas imágenes que se
aplastan en la tela y cobran vida propia? A lo mejor
Frida quiso sacar todo lo que la hacía especial, y
eso le viene de chiquita, como todos los pintores,
pero a ella más… ¡Porque viene de una familia
trabajadora! Pero su padre le ayudó mucho. Y por
ser mujer le era más difícil, porque en esa época
sólo podían ser amas de casa.
Su papá era fotógrafo y hacía retratos con su
cámara. Juntos daban largos paseos y a él le gustaba
pintar cuadros de los paisajes que veían a su paso…
En ese tiempo, para las mujeres era casi imposible
estudiar porque se priorizaba el estudio de los
varones. Sin embargo, ella fue una de las 35 chicas
que iban a clase entre 2000 chicos. Frida trataba
de ocultar su pierna renga usando pantalones. En
la primaria los chicos se burlaban de ella. Pero en la
preparatoria empezaron a mirarla de otra manera:
Frida divertida, Frida ingeniosa, Frida inteligente
y rebelde.